Seis consejos para no ser víctimas de un chiringuito financiero

chiringuito financiero

La Policía Nacional desarticuló recientemente una trama dedicada a vender productos financieros de forma irregular y que, desde su creación, llegó a estafar más de 12 millones de euros. Este tipo de fraudes no son nuevos: desde 2006 los supervisores europeos han advertido sobre cerca de 4.500 chiringuitos financieros, entidades que prestan servicios de inversión sin estar autorizadas para hacerlo; y tan solo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha informado de 300 de estas firmas.

En su guía informativa sobre los chiringuitos financieros, la CNMV advierte de que estas sociedades “son peligrosas, porque en la mayoría de los casos la aparente prestación de tales servicios es sólo una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas, haciéndoles creer que están realizando una inversión de alta rentabilidad. Cuando no pueden justificar las pérdidas, simplemente desaparecen o cambian de nombre. Es decir, no se trata de entidades más o menos solventes o con mayores o menores habilidades en la gestión financiera. Sencillamente, son estafadores”.

El documento advierte de que no existe un tipo concreto de víctima, ya que se trata de “estafas muy elaboradas y con apariencia de credibilidad” y concluye que “confiar en un chiringuito financiero es una forma segura de perder capital”. Para evitar ser víctima de este tipo de fraudes, Javier Niederleytner, profesor de nuestro Master en Bolsa y Mercados Financieros, aporta seis consejos básicos que todo inversor debería tener en cuenta antes de contratar los servicios de una firma financiera.

Comprobar que cuenta con autorizaciones legales

Las empresas que quieran ofrecer servicios de inversión en nuestro país (sociedades y agencias de valores, bancos, cajas de ahorros, EAFI, etc) deben figurar en los registros de la CNMV y del Banco de España. Por ello, el profesor Niederleytner aconseja adoptar “una actitud proactiva, preguntando por las autorizaciones legales y, por supuesto, comprobándolas”. La CNMV cuenta con un registro público de las entidades autorizadas a ofrecer servicios de inversión y también con una base de datos de posibles chiringuitos financieros. Asimismo, la página web de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) publica advertencias sobre este tipo de entidades. En caso de duda, existe la posibilidad de ponerse en contacto con la oficina de atención al inversor de la CNMV.

Desconfiar de las rentabilidades elevadas sin riesgo

Todo inversor debe ser consciente de que la rentabilidad y el riesgo van unidos de forma inseparable. La posibilidad de obtener retornos elevados siempre implica asumir riesgos elevados. Por ello, conviene desconfiar de las sociedades o productos financieros que realizan este tipo de promesas. “Sin ninguna duda, lo primero que debemos hacer es huir cuando nos ofrecen rentabilidades muy altas sin apenas riesgos”, señala Niederleytner.

No tomar decisiones precipitadas

Los chiringuitos financieros suelen presionar a sus potenciales clientes para que tomen una decisión inmediata, con la excusa de que se encuentran ante oportunidades únicas que no volverán a repetirse. Según la guía de la CNMV, estas sociedades actúan así “no solo porque desean conseguir el dinero cuanto antes y con el menor esfuerzo posible, sino porque saben que si el inversor medita con tiempo la operación que se le propone, o si tiene ocasión de solicitar asesoramiento profesional y fiable, probablemente rechazará la oferta”. Por ello, el profesor Niederleytner recomienda analizar las características de una oferta financiera y comprobar que se adapta a nuestras necesidades; y no dejarse intimidar a la hora de tomar una decisión.

No invertir en productos que no entendemos

Quienes ofrecen inversiones fraudulentas dominan los tecnicismos y suelen dar explicaciones incomprensibles con el objetivo, según la guía de la CNMV, de que “la potencial víctima no entienda nada y opte por confiar en quienes sí parecen conocer tan sofisticadas posibilidades de inversión”. Como precaución básica, Niederleytner aconseja “no invertir en productos que no entendemos”.

Desconfiar de las entidades domiciliadas en el extranjero

Las sociedades que ofrecen servicios de inversión en España suelen tener oficinas físicas en nuestro país o comercializar sus productos a través de terceros. Si la sociedad está domiciliada en el extranjero, no cuenta con oficinas en España y comercializa sus productos de forma directa, es aconsejable “desconfiar a primera vista”.

Pedir información escrita y cotejarla

Por último, el profesor Niederleytner aconseja “pedir siempre información escrita” por correo electrónico sobre la inversión y la empresa que se la ofrece.