Consejos a banqueros privados y asesores para evitar una fuga de clientes

2018 ha sido un año difícil para el asesoramiento financiero, ya que casi todas las clases de activos ofrecieron rentabilidades negativas. Esto hace que aquellos que se están apoyando en su banquero privado o asesor financiero para gestionar su dinero se estén preguntando si seguir pagando por el servicio que les proporcionan estos profesionales.

Las malas rentabilidades de 2018 hacen que la tentación de romper contratos crezca precisamente en el momento en el que más se necesita, tal y como señala Gonzalo Algorri, profesor del IEB y ex director global de Banca Privada en Banco Santander. Para evitarlo, solo existe un camino: que exista una relación de confianza. Y para ello, la formación financiera del cliente es clave.

“Si el cliente entiende su trabajo, los riesgos de las inversiones y también el hecho de que ningún asesor tiene la bola de cristal para saber si la bolsa va a subir o bajar mañana, comprenderá mejor el valor que le aporta y que pueda haber momentos de volatilidad o de resultados negativos”, explica Jorge Coca, subdirector del programa directivo de Gestión Patrimonial Familiar del IEB.

Los consejos para evitar una fuga de clientes se basan en tres puntos fundamentales: no renunciar nunca a decir la verdad al cliente, comprender que éste lleva una contabilidad diferente y no hacer maquillaje de cartera.

 

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