Por José María Revello de Toro, Director de nuestro Master en Corporate Finance y Banca de Inversiones.
En los últimos años, grandes empresas españolas han reestructurado su deuda pasando de créditos y préstamos bilaterales -es decir, donde contractualmente hay dos partes: empresa (prestataria) y banco (prestamista)- a facilidades crediticias sindicadas con un único ‘pool’ bancario como prestamista y la misma empresa como prestataria.
Esta situación tiene ventajas para ambos bandos, bancos y empresa, pero también define una nueva situación de equilibrio de fuerzas y de negociación. La principal ventaja es que para empresas solventes, aunque afectadas por la crisis y, por lo tanto, con menor generación de fondos, sirve para reorganizar y ordenar los múltiples vencimientos y plazos de los diferentes créditos y préstamos bilaterales, para pasar a una única facilidad sindicada que suele presentar las siguientes características:
- Alargamiento de los plazos a costa de mejorar las garantías.
- Un único calendario de vencimientos que facilita la programación de la tesorería.
- Un interlocutor principal que es el banco agente del sindicato de bancos.
A cambio la empresa debe aceptar:
- Pérdida de poder negociador pues la otra parte (bancos) presenta un único frente.
- Repreciación al alargarse los plazos y al actualizar condiciones negociadas en otras condiciones que solían ser más ventajosas para la empresa (bilaterales).
Por otra parte, y muy importante, se crea un nuevo ‘statu quo’ entre la empresa y cada banco, pues aunque hay un interlocutor principal en el banco agente, también es verdad que cada banco va a seguir demandando su porción de negocio, tanto transaccional (nóminas, recibos domiciliados, pagarés, etc.) como de otras modalidades de riesgo (avales, líneas de coberturas, etc.).
Así y como primera regla, la empresa (acreditada de la facilidad crediticia) deberá repartir juego de acuerdo al nivel de participación de riesgo o ticket del sindicado: a mayor riesgo tomado por un banco mayor porción de negocio de compensación debe tener. Pero como el sindicado no parte de cero, sino que es una refinanciación, habrá una historia de relaciones entre la empresa y cada uno de los bancos que tendrá que adaptarse a la nueva situación y a ese principio de quien más arriesga mayor compensación debe recibir.
José María Revello es Director del Master en Corporate Finance y Banca de Inversiones del IEB, un programa único en Europa e Iberoamérica por su grado de especialización, con un enfoque práctico y un claustro integrado por profesionales y directivos con una larga experiencia en la industria. De hecho, el claustro de este master ha realizado el único master existente de Corporate Finance en español.
Artículo publicado originalmente en 2013.
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