Por Joaquín Danvila, Jefe de Formación y Desarrollo Digital en IEB.
Las instituciones educativas, Colegios, Universidades y Escuelas de Negocios, viven su particular desescalada en un sector que ha sido de los más afectados en su operativa, fundamentalmente por las limitaciones y restricciones de presencialidad que hemos tenido en los últimos tiempos.
No cabe duda que la imagen de hace 4 meses, con Aulas llenas de alumnos, con los pasillos repletos de estudiantes moviéndose libremente o con las bibliotecas con limitaciones de espacio, aún tardaremos algo de tiempo en verlas repetidas.
En mi caso, personalmente, así lo hemos vivido en el IEB, donde los 750 alumnos del último Curso académico, estudiantes de Grados, Máster y Cursos de especialista, han terminado su formación recibiendo unos últimos meses de altísima calidad formativa a través de canales online, ha habido un gran esfuerzo en profesores, alumnos e institución, pero se ha podido comprobar lo mucho que se puede hacer facilitando el acceso a formación de calidad por medios digitales.
Entretanto, el forzado y repentino paso al online de la formación desde el pasado mes de marzo, ha llevado a todos, profesores, alumnos, familias e instituciones, a una adaptación de procesos de trabajo y sesiones al entorno digital, que algunas instituciones formativas han aprovechado para crecer en este ámbito.
Nos encontramos ante un final de curso muy especial, y sin embargo son muchos los que están aprovechando para dar un impulso a su formación después de un último trimestre realmente diferente. Un último trimestre que termina con unos Cursos de verano que se pueden convertir en la pretemporada de lo que podría ser el próximo curso académico y la vuelta definitiva a las Aulas.
Muchos expertos afirman que un Curso de verano puede marcar la diferencia entre un profesional y otro. Es bastante habitual, entre estudiantes y profesionales, encontrarse en entrevistas de trabajo y ofertas de empleo donde se valora la formación generalista, pero donde es más decisiva la formación especializada.
La situación actual del mercado laboral prima sin duda la especialización. Los estudios generalistas nos dan acceso al mercado laboral, pero los puestos de trabajo suelen ser para los que han realizado, además, estudios de especialización profesional, cosa que suele ser más propio de un Curso y que es precisamente el enfoque bajo el que los Cursos de verano suelen estar especialmente diseñados.
No es fácil mantener el equilibrio, la exigencia del mercado es alta, y por eso es imprescindible alternar formación genérica durante el curso académico, como puede ser un Grado, un Máster o un Programa más generalista, con estos Cursos complementarios que nos pueden dar conocimientos y sobre todo habilidades y capacidades para aportar valor tangible en el entorno profesional.
Y es que tras una etapa con grandes esfuerzos en el sector de la educación, con profesores, alumnos e instituciones haciendo verdaderos esfuerzos en muchos casos, llega ya el final de curso…y probablemente el inicio de una nueva etapa donde lo digital y la metodología online van a convertirse en algo que se entenderá verdaderamente como una opción, más que una solución a un problema, que es lo que ha sido en los últimos meses y como se ha entendido muchas veces en los últimos años.
En todo este entorno, de Cursos de verano, exámenes finales online e inicio de vacaciones, ya se empieza a hablar del Curso que viene, un curso que muy probablemente empezará en septiembre teniendo en cuenta la formación online como una opción, al menos parcial, bien para evitar desplazamientos y accesos al Aula del 100% de los alumnos presenciales al mismo tiempo, o bien incluso como primera elección para un nuevo mercado, ya que aprovechando esta situación y el impulso de lo digital, muchos han visto ahora la formación online como una solución a sus limitaciones geográficas, de tiempo y de horarios, sobre todo en lo relativo a Postgrados, Cursos y Formación a empresas.
No cabe duda que el avance tecnológico que han sufrido algunas instituciones formativas en los últimos meses, nos han hecho mejorar en la calidad de la formación online, un tipo de formación que se adapta al ritmo de vida actual y que promete convertirse en una opción que, ahora sí, permitirá compaginar la vida personal y profesional, siendo una alternativa realista para esa formación continua cada vez más exigida en el mundo profesional.
Tribuna publicada en La Razón.
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