¿En qué consiste la inversión value?

La inversión value ha vivido un boom durante los últimos años. Pero ¿en qué consiste este estilo de inversión? Carlos Fernández, profesor del Master in International Finance, explica el concepto en el programa Cierre de mercados, de Radio Intereconomía.

¿Qué diferencia al value de otro tipo de análisis?

Una de las cosas que caracterizan a los inversores value es que en primer lugar realizan un análisis bottom-up, seleccionando cuidadosamente cada una de las compañías que forman parte de sus carteras. Para ello analizan de forma exhaustiva las empresas, revisando sus balances, sus cuentas de resultados e incluso visitando en algunos casos a las propias compañías para conocer al management. En algunos casos también analizan otros aspectos destacados del funcionamiento de estas empresas.

¿Dónde es más fácil fallar a la hora de analizar una compañía bajo este criterio?

Desde el punto de vista del análisis de inversiones existe el llamado value trap o trampa de valor. El análisis value pretende encontrar compañías baratas en término de precios, respecto a la valoración objetiva que los analistas hacen de esas compañías. Se analizan así los activos que forman parte del balance o los beneficios generados, etc.

A veces este value trap significa que el analista realiza una investigación sobre el valor de determinados activos de la compañía y considera que cotizan a un precio bajo. Sin embargo, al final pueden existir problemas en los contratos o problemas en la valoración de los activos -que a veces son difíciles de valorar-, lo que de lugar a que el precio bajo al que cotizan algunas compañías responda a un motivo razonable, porque existen problemas.

El value engloba diferentes corrientes ¿Cuáles podemos encontrar?

Hay dos grandes corrientes dentro del value investing. En primer lugar existe una metodología artesanal, que además es el origen del value investing, donde se analiza cada compañía en detalle, realizando visitas para conocer al management, analizando en profundidad los balances, etc. Ese es el modelo más seguido.

Pero también hay otro modelo que aplica determinadas métricas cuantitativas, por las que se engloba a una empresa dentro la categoría de empresas de valor si cumplen ciertas características. Quienes siguen esta metodología aplican procesos de inversión más cuantitativos, centrándose en métricas de balance, cuentas de resultados y métricas relacionadas con ratios como precio sobre cashflow, precio sobre beneficio, precio sobre valor en libros, etc. Es un método más estandarizado.

El problema de este tipo de metodología- al ser un poco menos artesanal- es que algunas veces no reconoce como empresas value a valores que sí están siendo analizadas por otros analistas, que realizan una investigación más profunda. Esto da lugar en ocasiones a discrepancias.

¿Es momento para el value o está un poco sobrevalorado ahora mismo por el mercado?

Más que sobrevalorado, hay un reconocimiento general en el mercado de que esta filosofía de inversión ha tenido éxito a largo plazo en distintos mercados. Por ello, están surgiendo muchas iniciativas, gestoras, fondos, compañías… que deciden internalizar esta metodología de gestión para abordar la gestión de sus activos o de los activos de sus clientes.

No me parece que sea una metodología sobrevalorada desde el punto de vista de que ha probado su éxito a largo plazo en el mercado. Pero sí es verdad que habría que hacer una advertencia a los inversores: el value no funciona siempre. Igual que el resto de estrategias de inversión.

Es verdad que a largo plazo parece haber sido capaz de generar resultados atractivos frente a los índices, sobre todo en el caso de la inversión en bolsa. Pero debemos reconocer que, si bien parece dar resultados razonables a largo plazo en los mercados bursátiles, no es una metodología de inversión infalible. Por ello, hay que diversificar la cartera y pensar en otras estrategias que puedan combinar bien con esta filosofía.