El otoño que espera al sector financiero

Rodrigo García de la Cruz Rodrigo García de la Cruz es profesor y miembro del Departamento de Investigación del IEB  Por fin hemos tenido un verano relativamente sosegado, sin grandes sobresaltos. Desde agosto de 2007 siempre se ha producido alguna noticia económica que a todos nos mantenía algo inquietos en nuestros lugares de descanso vacacional. ¿O acaso no se acuerdan hace 12 meses cuando parecía que España podría salir del Euro? A pesar de esta tranquilidad, ha habido noticias en el sector financiero que me gustaría destacar, puesto que van a ser el caballo de batalla en los meses venideros.El Banco de España informaba sobre el mapa bancario. En nuestro país se perdieron 11.664 empleos y se cerraron 1.963 oficinas bancarias a lo largo de 2012. Desde que comenzara la crisis en España en 2008, se han cerrado casi 8.000 oficinas, lo que significa un 20,8% del total, y se han perdido 42.205 empleos, un 18% del total. Cabe destacar que en la zona euro la reducción media ha sido del 6,1% desde el 2008, lo que supone un global de 128.298 empleados. Es decir que uno de cada tres empleos perdidos ha sido español. En el lado positivo están los resultados del segundo trimestre del sector, con 3.095 millones de beneficios entre marzo y junio. Estos datos son los mejores desde hace tres años.Por otro lado, los costes laborales de los bancos subieron un 38% en el último año debido al coste de los despidos, a las compras de otras entidades y la consecuente inclusión de su personal, habiendo pasando de los 14.120 millones de 2007 a los 19.446 millones en 2012.En el lado más negativo, hemos visto cómo la morosidad sigue creciendo sin parar, y los últimos datos publicados correspondientes al mes de de junio dejaron un nuevo máximo histórico del 11,6%. Algunos expertos estiman que podríamos ver la morosidad entorno al 13% en los próximos meses.Y, por último, la noticia más sorprendente fue la del FMI, posteriormente corroborada por Óliver Rehn, vicepresidente económico de la Comisión Europea quien, a primeros de agosto, anunciaba que los trabajadores españoles deberían sufrir un recorte de un 10% en sus salarios. A cambio de ello, los empresarios deberían comprometerse a aumentar el empleo con un genérico “significativamente”. Su nueva consigna contra la crisis y el desempleo español.Parece que siguen creyendo que la única solución es la receta de la austeridad, receta  que nos mantiene con un desempleo del doble que en la UE y que, según sus propias estimaciones, no bajará del 25% hasta el año 2016. Hoy la demanda interna sigue congelada y no activa la economía, por lo que esta rebaja la deprimiría aún más y la morosidad seguiría marcando máximos, al reducir la renta disponible de millones de familias que llegan muy justas a final de mes. Esto además afectaría de forma colateral a las provisiones de las entidades financieras y a sus necesidades de capital. Vamos, que se repetiría la historia que ya todos conocemos.