Post Covid-19 y las inversiones españolas en América Latina

Ramón Casilda Béjar, profesor del IEB.

España hasta el momento, continúa siendo en América Latina el primer inversor europeo y segundo mundial, solo por detrás de Estados Unidos. Las inversiones realizadas alcanzan los 145.907 millones de euros, representando el 32% del stock de la IED española en el mundo, que supuso 458.471 millones de euros.

En el ejercicio 2019, las empresas del Ibex 35, obtuvieron una media del 25% de sus beneficios provenientes de AL. España, fundamenta su presencia inversora en un macro sector formado por bancos, telecomunicaciones, aseguradoras y energéticas al que complementan, turismo, concesiones, construcción, componentes de automóviles y tecnológicas. También, tienen amplia presencia numerosas pymes de los más variados sectores, que solo en México, según la Cámara de Comercio Hispano-Mexicana cuenta con un censo de unas 6.000 empresas.

Las tensiones sociales añaden más dudas a los intereses nacionales en la región

Sobre la situación actual de la economía latinoamericana, unos breves datos para situarnos. La actualización del Informe del FMI Perspectivas de la economía mundial (WEO, junio, 2020), indicaba que el PIB se contraerá un -9,4%, convirtiéndose en la peor recesión regional desde que se tienen datos. Aunque para 2021, se prevé una recuperación del crecimiento sobre el 3,7%.

Los riesgos que imprimen la correlación de los ciclos económicos español y latinoamericano, se hacen evidentes, y esto conlleva mayores riesgos.  Por ejemplo, la economía mexicana en el segundo trimestre cayó un -17,3%, su mayor retroceso registrado en la historia. Mientras que la brasileña se desplomó un -10,94%, con una tasa de desempleo por encima del 13%, equivalente a 12,8 millones de trabajadores.

Por su parte, el PIB español también ha registrado un fuerte descenso del -18,5%. Esto implica que tendrán mucho más difícil compensar la crisis en España con su negocio mexicano y brasileño, lo que sin duda, supone un riesgo adicional para los resultados en los próximos trimestres.

Algunas preguntas al respecto: ¿La Post Covid-19, marcará una nueva etapa de las inversiones españolas en América Latina?; ¿Habrá que ser más selectivos y deshacer posiciones en algunos países y sectores, para posicionarse o fortalecer en otros?; ¿Es esta una oportunidad para fortalecer a España como hub o puente inversor de América Latina con Europa y viceversa?

También América Latina, representa un proyecto “político-económico”, sobre el que influyen los Estados Unidos, la Unión Europea y China, que articula su briosa presencia por medio de sus inversiones en energía, infraestructuras, préstamos y la exportación de sus normativas. Esta competencia mundial normativa, se ha reflejado tradicionalmente en forma de textos y tratados, pero hoy opera igualmente bajo formatos menos convencionales, que van desde simples normas técnicas hasta nuevos espacios normativos; es decir, es un campo de fuerzas en el que cada uno juega su carta en función del lugar que ocupa, de sus recursos y de su visión del mundo. En este sentido, España debe exportar todo lo posible sus normativas, especialmente en los sectores donde se concentran el grueso de las inversiones, así como en otros cuyo crecimiento potencial los hace atractivos.

Y como no, se debe de diseñar una estrategia Post Covid-19 para las inversiones españolas en América Latina (y el mundo). Aunque bien podría no hacerse. Un ejemplo nos lo ofrece Rey Felipe II, quien hasta su muerte, ocurrida en 1598, “gobernó el primer imperio mundial de la historia sobre el que nunca se ponía el Sol, sin contar con una gran estrategia, ni tan siquiera un plan o programa establecido”. Nadie hasta hoy, ha dictaminado con precisión como lo hizo, es decir, en que prioridades estratégicas basaba sus medidas políticas, qué planes o con qué programas contaba para su toma de decisiones, y qué factores externos afectaron a la consecución de sus objetivos. Algunos estudiosos como H. G. Koenigsberger, ha dicho que lisa y llanamente Felipe II, “jamás esbozó una estrategia, plan o programa para su reinado, como tampoco lo hizo ninguno de sus ministros. Y para ese fallo solo puede haber una explicación razonable: carecían de estrategia, plan o programa”.

Son momentos “claves” para los intereses de España en América Latina. Dada su crítica situación económica se registran movimientos y tensiones de enorme alcance en la región, que sin dudas, no solo condicionan el posicionamiento de España, sus inversiones y sus empresas, sino también, el futuro en América Latina. Por lo cual, podemos sin más complejidades preguntarnos: ¿Qué peso, protagonismo e influencia desea tener España en América Latina en la nueva era Post Covid-19?

Tribuna publicada en Eleconomista.