“Me preocupa 2020, porque va a producirse un cambio de ciclo”

La economía global atraviesa un momento complicado. Tanto es así, que los mercados descuentan que los bancos centrales saldrán al rescate para apuntalar la situación. ¿Cuáles son los riesgos reales a los que se enfrenta la economía en la segunda parte del ejercicio?, ¿qué regiones están aguantando mejor?

Aurelio García del Barrio, director del MBA con especialización en Finanzas, aborda estas y otras cuestiones en esta entrevista en Dirigentes Digital.

 

Al margen de la guerra comercial, ¿Cuáles son los factores de riesgo para la economía?

Todavía tenemos un crecimiento a nivel mundial estimado del 3,1%. Muchísimas economías están creciendo – es un crecimiento todavía relativamente sólido -, pero es verdad que vemos una ralentización para este año. Sobre todo me preocupa para 2020, porque esa ralentización nos está marcando un cambio de ciclo.

Hay aspectos que han impactado negativamente, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China; la industria automotriz en Alemania; las condiciones macroeconómicas en Turquía y Argentina; la ralentización del crédito – necesaria por otra parte – en China… son aspectos que son relevantes para esa desaceleración.

¿Ve posible que pasemos de una desaceleración a una recesión?

No me atrevería a decir tanto recesión, pero 2020 va a tener un cambio de ciclo seguro. El aplanamiento de la curva de tipos en EE. UU. entre los tipos a corto y los tipos a largo históricamente ha sido relevante para anticipar recesiones, y lo estamos viendo. No se puede descartar este escenario. Sin duda veremos un cambio de ciclo, pero podríamos ver incluso una recesión en el año 2020.

¿Cómo ve a EE. UU. de cara a la segunda parte del año?, ¿hay necesidad real de rebajas de tipos por parte de la Fed?

Estados Unidos va camino de cerrar 2019 con un crecimiento del 2,1% y tiene pleno empleo – ha rebajado incluso una décima la tasa de desempleo a un 3,6% -. El crecimiento ha venido determinado por las políticas fiscales por el presidente Donald Trump en su campaña electoral. Si bien es cierto que se van a diluir a finales de este año, y se verán totalmente diluidas el año que viene, no han tenido impacto estructural en la economía americana.

Pero ese pleno empleo puede hacer que la economía se recaliente, y por lo tanto genere incidencia en precios y en inflación. La Fed tenía prevista tres subidas de tipos para este año, pero veremos si no tiene que suavizar un poquito esa recuperación progresiva de tipos.

¿De Europa en general qué espera?, ¿y de España en particular?

Europa también está en crecimiento. Es el séptimo año consecutivo de crecimiento para todos los países de la Unión. Es verdad que hay una resiliencia especialmente por los mercados exteriores. No se ha llegado a los objetivos de inflación, porque tenemos una estimación de inflación subyacente del 1,6%, todavía lejos del objetivo del Banco Central Europeo del 2%. Pero los grandes motores, que son Alemania y Francia, muestran señales de ralentización.

Alemania es una economía muy dependiente del sector exterior, y también de la industria automotriz, que está sufriendo. En el caso de Francia, las medidas fiscales anunciadas por Macron en su momento tampoco se van a poder poner en marcha en su totalidad, y eso está haciendo que la economía sufra.

Qué decir de Italia. Italia está en una situación bastante complicada, donde las cifras de crecimiento del Gobierno no son creíbles y están muy lejos incluso de nuestras expectativas, y también de las de la Unión. La banca tiene un problema endémico, y además el gran problema es la deuda: la ratio de deuda sobre PIB es realmente preocupante.

En el caso de España, vamos a crecer un 2,1%-2,2%, en ese rango, el crecimiento está todavía por encima del crecimiento potencial de la economía, con lo cual se puede reabsorber parte del desempleo, si bien es cierto que sigue siendo nuestra asignatura pendiente. La media de desempleo en Europa este año va a cerrar en el 7,7% y nosotros en un 13,8%. Aún estamos lejos de ese estándar, y además tenemos un problema: esas cifras de crecimiento del PIB van a generar puestos de trabajo, pero no una reducción drástica de desempleo. Necesitaríamos un crecimiento superior a esa cifra, y además más sostenido, para poder tener una absorción de desempleo mayor. Sigue siendo nuestro gran problema.

En cuanto al tema de la deuda, nuestro ratio sobre PIB está en torno al 99%, y no solo para nosotros. He defendido desde hace mucho tiempo que ese es el problema al que se enfrentan la mayoría de las economías del mundo. Los niveles de deuda en 2007-2008 estaban muy por debajo de lo que están ahora mismo. Nos han ayudado mucho todas las políticas monetarias laxas que han tenido los bancos centrales. Pero obviamente ahora no tendríamos ese armamento o al menos un armamento tan cargado para afrontar una situación de desaceleración y potencialmente de recesión.

¿Es optimista respecto a los mercados emergentes?, ¿de cuál se puede esperar un mejor desempeño y por qué?

En los emergentes tenemos una amalgama muy variopinta, aunque los metamos todos dentro del mismo saco. China va a crecer un 6%, es importante pero también una desaceleración si lo comparamos con el último par de años, impulsado por la producción industrial y por la inversión del Estado. Tiene que fomentar la demanda y además está en un proceso de cambio de modelo productivo, de inversión a consumo. Tiene que potenciar la demanda y, por lo tanto, ese modelo económico de consumo. Le puede afectar de una manera importante, como ya lo está haciendo, la guerra comercial.

En el caso de India es interesante. Si miramos a los BRICs, con un crecimiento del 7%, la economía que más va a crecer a nivel mundial, fomentando demanda interna y también el sector exterior, apoyado por políticas fiscales para frenar las importaciones y la debilidad de la divisa.

En el caso de Brasil, hay dos factores que frenan su crecimiento: la situación económica mundial y la reforma pendiente en Seguridad Social, de gran calado en el país.

De Rusia podemos decir que es una economía que después de tiempo en recesión ha vuelto a la senda del crecimiento, además quieren cambiar su modelo económico vía innovación para no estar tan apalancados a la energía de petróleo y gas. Su nivel de pobreza es prácticamente nulo, y también está en pleno empleo. Es una economía interesante.

Y por dar una pincelada, hay economías como Indonesia o Filipinas, que siempre me han gustado especialmente.

Y por último, el precio del petróleo. Dentro de la OPEP está habiendo muchas tensiones en los últimos tiempos, por un lado por la producción de la OPEP, después la producción de Estados Unidos y Canadá, su método específico de extracción; y además el conflicto de EE. UU. con Irán, que también puede afectar. Igual llegamos a un precio del barril de Brent a final de año de 63 dólares, pero puede haber volatilidad.