Las multilatinas eligen España

Por Ramón Casilda Béjar, profesor del Máster de Relaciones Internacionales.

Originalmente, las empresas multilatinas fueron definidas por la revista América Economía en 1996. Su objetivo era describir las empresas locales que comenzaban a realizar negocios a lo largo y ancho de las Américas.

Su origen, que se produjo durante la década de 1990, coincidió con un contexto de general bonanza económica en la región (aunque con altibajos), y la puesta en marcha del Consenso de Washington, cuyas políticas facilitaron una mayor transformación y modernización productiva e inserción internacional mediante una mayor apertura y liberalización. Y todo esto beneficiándose del buen momento económico, propiciado por los altos precios de las materias primas que se incrementaron notablemente debido a la intensa demanda china y un entorno internacional muy favorable.

La estrategia de expansión regional de las multilatinas, que buscaban obtener mayor tamaño, diversificación, ventas y beneficios, se vieron favorecidas por la instauración de múltiples acuerdos comerciales cuyo fin, es favorecer la integración regional entre las distintas economías que participan de los mismos y que se han comportado con distinta intensidad, como por ejemplo: Mercosur, CAN, Caricom o la Alianza del Pacífico.

De acuerdo con esta estrategia, durante las últimas dos décadas, las multilatinas han tenido una creciente expansión no solo regional sino también internacional, donde destaca España. Las estrategias de crecimiento que han utilizado, son diferentes y estas no son ajenas a las propias singularidades de sus países de procedencia y destino, si bien comparten algunos patrones comunes. Por ejemplo, las chilenas prefieren crecer en el bloque que conforman Perú, Argentina, Colombia y Brasil. En tanto que las estrategias más utilizadas han sido y siguen siendo las fusiones y las adquisiciones.

Sobre la expansión que las multilatinas vienen protagonizando en España, esta adquiere cada vez más relevancia, pues nuestro país es el segundo destino inversor, tras EEUU, permitiéndoles posicionarse en los mercados europeos. Su llegada presenta algunas singularidades, que las favorecen, siendo el caso de la proximidad del entorno psicocultural, como puede ser la proximidad que les brinda el idioma común, que les permite desarrollar habilidades con más facilidad para generar actitudes y comportamientos que les benefician en la forma y manera de establecer relaciones con su entorno, siendo igualmente el caso de las empresas españolas que, se vieron ampliamente favorecidas en su veloz y exitoso despliegue inversor en América Latina.

Las multilatinas adquieren y revisten importancia, trascendencia y alcance para la industrialización y modernización de las economías latinoamericanas, pues cubren el amplio espectro productivo y al mismo tiempo, son la palanca con la cual deben contar los gobiernos para el crecimiento para lograr una mayor presencia y una más fructífera inserción y proyección internacional de los países.

De manera que deben integrarse con intensidad en la economía mundial para ayudar a la región en conseguir un soft power (poder blando), esto es, un peso persuasivo en las relaciones internacionales, que generalmente involucra el uso de influencia económica o cultural de los países (Brasil lo ha entendido muy bien, y el Gobierno del presidente Lula no solo ha reforzado con medios al Ministerio de Cultura, sino que forma parte de la estrategia y proyección internacional a nivel mundial).

A los efectos, las multilatinas adquieren un peso importante como actores dinamizadores de las economías locales, por consiguiente, cabe preguntarse, si estas empresas que no cesan de crecer, serán las encargadas de asumir el rol protagónico como gacelas de la modernización de sus respectivos países y por extensión de la región, para de esta manera, constituirse en la punta de lanza de la productividad (que representa el tema clave para el crecimiento económico de la región), la competitividad y la innovación, en consonancia con la Cuarta Revolución Industrial.

Debemos tener muy presente, que al igual que las multinacionales de los países avanzados se han manifestado como actores importantes en el proceso de globalización de la producción y con ello, en la industrialización y modernización de sus países, también las multilatinas deben hacer lo propio, evolucionado ampliamente, ofreciendo bienes y servicios cada vez más atractivos en coste y calidad según las necesidades de la demanda, adoptando el mismo lema que utilizan las multinacionales: actuar localmente y pensar globalmente.

Ahora bien, desde otra perspectiva, la pujante dinámica regional e internacional llevada a cabo por las multilatinas, puede verse frenada. No es solo por la variación de las condiciones económicas regionales, sino por la preocupación sobre los países considerados de ingreso medio. Puede ser que América Latina (como China), se encuentre atrapada en la trampa del ingreso medio. Dicha trampa se presenta cuando un país de ingreso medio es incapaz de dar el próximo salto para convertirse en una nación de ingreso alto.

América Latina, representa un típico caso por contar con el mayor número de países del mundo de ingreso medio, según la clasificación que realiza el Banco Mundial. Las tasas de crecimiento del ingreso per cápita de las economías latinoamericanas durante casi todo el siglo XX fueron inferiores a las de los países desarrollados, lo cual impidió que la región tuviese un proceso de convergencia mayor. Durante los últimos 50 años, la región no ha sido tampoco capaz de converger en términos de bienestar con los países más desarrollados, aunque desde 1960 la renta per cápita en dólares constantes se haya multiplicado por 4,5 respecto al ciudadano estadounidense, la brecha de bienestar es hoy un 8% mayor que la de sus padres o abuelos

Si la región se encuentra en esta trampa serán, en gran parte, las multilatinas las desactivadoras e impulsoras del salto hacia delante que conduzca a los países hacia mayores crecimientos de productividad, industrialización y un desarrollo sostenible y equitativo, con la consiguiente mejora del nivel de renta y bienestar social.

Permítaseme, para concluir, una consideración sobre la situación de América Latina. Los expertos y los organismos internacionales han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento, debido a que sufre una suave pero persistente desaceleración generalizada. El comienzo de un nuevo año típicamente trae nuevas dosis de optimismo, sin embargo, hoy lo que se siente en gran parte de América Latina es inquietud. El desafiante contexto regional y mundial, representa un desafío importante para muchos países y también para las multilatinas.

Tribuna publicada en El Confidencial.