Ignacio Gordillo: “avances como el Big Data abren nuevos caminos de especialización en el Derecho”

Ignacio Gordillo es un abogado especialista en derecho penal, que ha ejercido como fiscal de la Audiencia Nacional durante 30 años (1980-2010). Desde 2013 hasta 2018, formó parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid. También es fundador de su propia firma jurídica: Ignacio Gordillo Abogados. Actualmente, compatibiliza su ejercicio profesional con la labor de docente en el IEB, donde es profesor en el área de asesoría penal y proceso penal.

¿Por qué estudiar Derecho en estos momentos?

El estudio del Derecho es esencial, siempre lo ha sido. Las relaciones humanas se basan en unos derechos y obligaciones para ambas partes. Acciones como contratar el alquiler de un vehículo están sujetas a una serie de derechos y obligaciones. Y lo mismo sucede con las relaciones familiares, como el matrimonio, la adopción, etc.

Es necesario conocer el ejercicio de estos derechos y obligaciones, en qué consisten y cuáles son sus límites. Desde mi punto de vista, creo que contar con unos conocimientos básicos de Derecho debería ser una asignatura básica en todas las carreras universitarias, para saber dónde están nuestros límites, pero también dónde están nuestras obligaciones.

¿Qué ramas nuevas del Derecho se han abierto con el desarrollo de la tecnología?

La tecnología tiene ventajas y peligros. Por una parte, ha favorecido muchísimo las relaciones sociales y profesionales, ya que ahora mismo a través de un dispositivo es posible conectarse en seguida con cualquier institución, conocer las últimas sentencias, etc. Puede decirse que las nuevas tecnologías son imprescindibles. Los alumnos ya no vienen a clase con papeles, sino que acuden con un ordenador en el que, gracias a esas conexiones, tienen todas las materias a su alcance.

Pero también sabemos que estos avances tecnológicos representan un peligro enorme para la intimidad, la privacidad… incluso a través de las redes sociales, en estos momentos los niños corren peligro de acceder a algunas páginas que deberían estar prohibidas.

¿Qué salidas profesionales tiene el Derecho en la actualidad?, ¿y qué aptitudes necesitan los alumnos para mejorar su empleabilidad?

El estudio del Derecho indudablemente exige contar con conocimientos jurídicos, pero sobre todo tener una enorme ilusión, una enorme entrega a la nueva profesión que se va a ejercer. La profesión más importante en el mundo del Derecho es el ejercicio de la abogacía. Pero junto a esa profesión de abogado y procurador, también existe el ejercicio de otras profesiones a través de oposiciones del Estado, como jueces, fiscales, abogados del Estado, notarios, registradores, etc.

Sin embargo, los alumnos también necesitan adaptarse a las nuevas tecnologías y los últimos cambios sociales. Hay que estar preparado no solo en el uso de idiomas, sino también de la informática: ya sea conectándose a la Bolsa de Nueva York o conociendo los límites en materia de protección de datos. Desde luego, el Master en Bolsa y Mercados Financieros que –desde hace 30 años- imparte el IEB junto al Grado en Derecho, cubre esta necesidad a la perfección.

“El estudio del Derecho indudablemente exige contar con conocimientos jurídicos, pero sobre todo tener una enorme ilusión, una enorme entrega a la nueva profesión que se va a ejercer”.

En los estudios de Derecho ¿van abriendo nuevos caminos de especialización?

Sí. Es cierto que los avances como el Big Data están abriendo nuevos caminos de especialización en el Derecho. Las nuevas generaciones utilizan perfectamente la tecnología digital, y creo que en el IEB es una obligación ponerles al día sobre estas tecnologías, por esta razón hemos puesto en marcha el “Master in International Management & Analytics” que se cursa de modo simultáneo al Grado en Derecho. Creo que las generaciones antiguas no estaban preparadas para ello, pero actualmente sí. La digitalización ahorra mucho tiempo, pero sobre todo ofrece la posibilidad de la globalización, el conocimiento de la jurisprudencia, de la legislación, del trabajo doctrinal que se está realizando a miles de kilómetros.

¿Qué le recomendaría a un alumno que ha terminado o está terminando la carrera?

La primera recomendación es una constante puesta al día en materia jurisprudencial y legislativa. La segunda recomendación, es la máxima ilusión en cualquier trabajo que tengan. Máxima ilusión y máxima honradez. Y en tercer lugar, pero también muy importante, saber trabajar en equipo, porque el abogado siempre trabaja en equipo. Nunca está en la máxima soledad. La soledad a veces la tienen los jueces y magistrados al dictar sentencia, pero para el abogado trabajar en equipo es muy importante.

¿Qué valor añadido ofrecen los estudios jurídicos?

Las carreras que imparte actualmente el IEB se basan en los conocimientos científicos, jurídicos y profesionales de los profesores, pero también en su calidad, sus valores y su experiencia. El IEB ha demostrado durante años que cuenta con esa experiencia, esa profesionalidad y, sobre todo, el desarrollo de unos valores que debemos transmitir a los alumnos, como la responsabilidad y el respeto. En todas las ramas del Derecho que se estudian en el IEB, estos valores y la obligación de conocerlos es la primera asignatura que tenemos todos.

A esto también añadiría que es importante no solo la transmisión de valores, sino también la práctica. Una queja frecuente sobre las universidades es que no hay suficiente práctica. La práctica antes de comenzar la vida profesional es esencial, y en el IEB esa práctica se realizada desde el primer momento, mediante asistencia a juicios, trabajo en despachos profesionales, etc.

“La práctica es esencial, y una de nuestras principales metas es que los alumnos al terminar la carrera ya estén en condiciones de ejercer la profesión”.