El futuro de la política fiscal y las diferentes propuestas de los partidos políticos

Por Patricia Lampreave, Profesor del IEB y asesor independiente en el área fiscal del Parlamento Europeo.

Hace unos días, los candidatos a presidencia, han dejado entrever cuáles serán sus propuestas fiscales. En este artículo, se pretende sintetizar cada una de estas propuestas, llevando a cabo una serie de reflexiones finales al respecto.

Como es bien sabido, las fórmulas en políticas fiscales pueden variar. Se puede incrementar los impuestos para hacer frente a un mayor gasto público. Se puede reducir impuestos y recortar gastos. No obstante, lo que no es sostenible es aumentar el gasto público sin aumentar los impuestos (tal como hizo el PSOE al mandar hace unas semanas su presupuesto a la Comisión Europea) y, no tiene sentido, salvo que se tenga por objetivo sanear las cuentas del Estado, aumentar los ingresos y mantener la partida de gasto. Un Estado quebrado, por no tener en cuenta estas simples fórmulas, sufrirá ajustes más gravosos, lo que es algo que los españoles, ni puedan, ni quieran, volver a soportar.

Normalmente, los partidos de izquierdas se decantan más por la fórmula de incremento de gasto público a expensas de aumentar los impuestos y los partidos de derechas se decantan más por la fórmula contraria, es decir, reducir gasto y reducir imposición. No obstante, recientemente hemos visto que el gobierno de izquierdas portugués, ha optado por mantener una fórmula que les ha resultado muy bien, es decir, reducir gasto y reducir imposición, atrayendo con ello inversiones de empresas extranjeras y desplazamiento de grandes fortunas a su territorio.

Centrándonos por partidos, a grandes rasgos estas son las propuestas:

 

PSOE

El PSOE dejó más clara su propuesta fiscal en las elecciones de abril. Ahora no ha dejado tan claro cuál es exactamente su programa fiscal, pero parece que retoma algunas de las propuestas que ya hizo en su día. En el impuesto sobre sociedades, fijará un tipo efectivo mínimo del 15% (18% para bancos y empresas petroleras), lo que hará que alguno se llevará la sorpresa al comprobar que la mayoría de las multinacionales y los bancos tributan de forma efectiva por encima de este tipo. Cometerá el grave error de someter a imposición en un 5% a los dividendos que provienen del exterior (lo que no tiene ningún país de la UE y nos hará perder competitividad).

Creará nuevos tributos como la tasa Google o tasa Tobin ( sin esperar que haya consenso en Europa, dado que ambas son propuestas de la UE). Hará ligeras modificaciones en el IVA, gravando más a los productos de lujo y puede que modifique a la baja algún tipo de IVA, aunque más bien esto era una propuesta de Podemos. Gravará los beneficios no distribuidos de las sociedades cotizadas anónimas de inversión en el mercado inmobiliario (socimi), controlará que las SICAV cumplen los requisitos para serlo, incrementará el impuesto sobre el patrimonio.

Aprobará la tributación del diésel tan polémica, aunque es posible que retire la propuesta. Subirá el impuesto de patrimonio. Aumentará el impuesto sobre sucesiones para grandes patrimonios (recordemos que es un impuesto cedido a las CCAA). El IRPF no lo modificará, por lo que parece que no subirá los tipos a las rentas más altas, pero tampoco tocará el resto de los tipos, sobre todo no reducirá el tipo mínimo. Aumentará el impuesto sobre el patrimonio (España es el único país que tiene este impuesto, por lo que es más recomendable subir el tipo del tramo máximo que mantener o aumentar este impuesto).

Esta propuesta es coherente con la ideología de izquierda, con la distribución de la renta y la tributación conforme a la capacidad económica del contribuyente, pero, ¿será suficiente para hacer frente al repunte de gasto público anunciado?, pues parece improbable. Ya lo dijo la Comisión Europea a principios de 2019 y se lo ha vuelto a recordar a Nadia Calviño hace pocas semanas.

 

PODEMOS

Podemos, apalancado en ese populismo y buenismo absurdo, lleva al extremo las propuestas presentadas por el PSOE.  Incrementará el tipo del impuesto sobre sociedades al 40%. Acabará con todos los regímenes especiales incorporadas por el bipartidismo durante años en el impuesto de sociedades (Sicav, ETVE, Socimi…), lo que supondrá una enorme inseguridad jurídica al puro estilo chavista ( no se puede crea un régimen fiscal y cuando has atraído inversiones del extranjero, anunciar que se eliminan). Someterá a sobre imposición a aquellas empresas contaminantes. El IRPF subirá en sus tipos máximos hasta el 55% (lo que vulnera el Principio de “no confiscatoriedad de los tributos” reconocido en nuestra legislación), pero también reduce los tipos mínimos. Aumentará el Impuesto sobre patrimonio y el IVA a los productos de lujo.

Armonizará el impuesto sobre sucesiones y donaciones en España creando un tipo mínimo aplicable en todo el territorio. Creará un impuesto a la banca además de la tasa Google y tasa Tobin antedicha. Podemos, tiende a replicar ideas copiadas de ONGs que tienen los datos muy poco actualizados, pero eso vende entre su público. A Podemos se le olvida que, para proteger al trabajador, debe haber trabajo, y desde luego es el sector privado y no el público el que genera empleo, el que bombea la economía de un país. Que las circunstancias laborales son susceptibles de mejora, en eso estoy de acuerdo, pero machacando al sector privado lo que se va a conseguir es la deslocalización de empresas y por ende, más paro. El partido de Errejón, Más España, presenta unas propuestas calcadas a la de Podemos.

 

Los partidos de derechas presentaron justo la fórmula contraria, reducir impuestos, pero no dijeron cómo ajustarían las partidas de gasto público para hacer frente a la bajada de impuestos, salvo VOX que dejó claro que quería eliminar las Comunidades Autónomas y con ello poder hacer frente a la bajada de impuestos.

 

PP

El PP, propone reducir el tipo máximo del IRPF al 40%, nada dice del resto de tipos (ni de reducir el tipo mínimo). Propone incentivos al ahorro (lo que teniendo en cuenta la situación de las pensiones es muy acertado). Propone reducir el tipo del impuesto de sociedades al 20% y para Pymes el 15%. Pretende eliminar los impuestos autonómicos como el ITP, el AJD (para hipotecas) y el impuesto sobre sucesiones y donaciones. Estos impuestos cedidos son fuente primordial de ingresos de las CCAA por lo que no parece muy lógico, salvo el de la eliminación del impuesto sobre sucesiones, por ser un impuesto totalmente injusto (en estos momentos varias son las CCAA con este impuesto bonificado).

Del PP debemos recordar al Sr. Montoro y su afición a la subida de impuestos, aunque Rajoy prometió lo contrario. También su luchar contra el fraude “selectivo” con amnistías fiscales, por un lado y, por otro, el intento de perseguir a las rentas medias y a los autónomos como si fueran los grandes enemigos del país y eso ha quedado impregnado en la AEAT y, será difícil de cambiar, porque son los inspectores de hacienda los que han pedido hace una semana más atribuciones que las recogidas por la actual LGT, algunas de ellas son muy dudosas. Nunca debió aprobarse una amnistía (también lo hizo el PSOE), pero publicar la lista de amnistiados no va a tener más consecuencia práctica que permitir Podemos pueda seguir con su retahíla de populismo absurdo.

 

CIUDADANOS

Ciudadanos propone una rebaja de un punto del IRPF pero a todos los tramos (lo que parece más equitativo). Aumentará las deducciones para familias o para quienes se desplacen a zona rural. La bajada de tipos del impuesto sobre sociedades coincide con la del PP. Con respecto a los impuestos autonómicos los bonificará (el Estado puede eliminar estos impuestos, pero la bonificación pertenece al ámbito competencial de las CCAA). Ciudadanos también centra sus esfuerzos en mejorar la situación de los autónomos, los grandes olvidados por el bipartidismo. Lo que pagan por seguridad social (facturen o no) es inasumible y las trabas burocráticas también.

 

VOX

VOX, propone una revolución fiscal no demasiado coherente. En relación con el IRPF, los tramos se reducirán a dos (22% general y para rentas altas el 30%; esto ya lo propuso Miguel Sebastián del PSOE hace años). Deducciones a familias en el IRPF. Otra novedad es pretender fijar un impuesto sobre sociedades al 22% para acabar reduciéndolo al 12.5% (equipandonos en tipo con la polémica Irlanda). Respecto a los impuestos autonómicos y locales los suprime o reduce casi todos, incluyendo la plusvalía municipal y el IBI (competencia de los ayuntamientos). Además, la propuesta de VOX de no presentar el IRPF ya que las retenciones son suficientes, es una subida de impuestos encubierta, dado que sólo a través de la presentación del IRPF, hacienda devuelve algo de esas retenciones, entre otros, por tener causas familiares (familias numerosas, mayores a cargo..), por aportar en planes de pensiones, etc…

 

En la partida de gastos, es el tema de las pensiones en el que más se han centrado los partidos. Este tema requiere de un gran pacto de Estado, que se aplique independientemente de quien gobierne y que deje de ser un tema populista o moneda de cambio de los políticos. Las pensiones no pueden, al menos hoy en día, soportarse por mucho tiempo ligadas al aumento del IPC. Valga por delante que considero que los mayores son, junto con los menores, los colectivos más vulnerables y deberían ser los más protegidos respecto a otros colectivos que pueden mejor o peor valerse por su cuenta.

No obstante, dentro del colectivo de mayores, son los dependientes los más vulnerables y considero que deberían tomarse más en serio las políticas de dependencia y llegar a un gran pacto entre todos los políticos al respecto. Todo el que tenga un mayor a cargo sabe lo caro que es pagar residencia, o persona en domicilio y los gastos inherentes, esto es inasumible para las rentas más bajas y para muchas rentas medias. Aumentar los beneficios fiscales de los planes de pensiones, tanto al suscribir cantidades como al percibir las cantidades en el momento de la jubilación, es fundamental para poder abordar el tema de las pensiones.

Si hubiera más talla política se debería llegar a un pacto en políticas tributarias, creo que algunas de las propuestas fiscales del PSOE son positivas (subida de IRPF para los que ganen más de una cierta cantidad, cambios en el Impuesto sobre sociedades, incluyendo tipos mínimos efectivos, control de regímenes fiscales…), pero también creo que algunas del PP/Ciudadanos son necesarias (supresión del Impuesto de Sucesiones, mayor número de incentivos fiscales para crear trabajo y nuevas empresas, ayuda a las familias o ayuda a los autónomos). No creo que sea positivo tocar la partida de gasto dedicado a la educación y a la sanidad, pero defiendo la propuesta de VOX de controlar duplicidades entre las CCAA y el Estado, acabar con entidades y chiringuitos públicos que han sido fomentados por el bipartidismo.

Gobierne quien gobierne se dará cuenta que la realidad es complicada de asumir. España tiene un déficit muy elevado y una deuda pública que debe reducirse. España necesita ingresar más, pero sobre todo ingresar de forma más eficiente, controlando el fraude fiscal. España necesita reducir gasto en algunas partidas y reubicar las cantidades asignadas, priorizando a los colectivos más indefensos, porque el buenismo está muy bien y vende mucho, pero simplemente España no se lo puede permitir y tiene que priorizar. Además, se debería mejorar la situación de las rentas medias que son las que se han visto empobrecidas en la última década, al ser ellas las que hacen frente a la mayor carga impositiva, gobierne quien gobierne.

 

Tribuna publicada en Hay Derecho (Expansión)