Cómo será el López Obrador gobernante

Por Ramón Casilda, profesor del IEB.

Una pregunta recorre México: ¿cuál Andrés Manuel López Obrador gobernará? La contestación más radical del mismo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es que anulará la reforma energética. La otra es una versión más moderada, que responde a cuando gobernó la capital de México y supo trabajar con el sector privado.

AMLO en su clamoroso cierre de campaña en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, desgranó el largo viaje que comenzó hace seis años y se citó como ejemplo de honestidad capaz de cambiar el rumbo del país. “He conducido mi vida con rectitud y esa honradez es con la que queremos transformar México, insistiendo que esta transformación será pacífica, popular y radical. Pero que nadie se asuste con lo de radical, que viene de raíz, se trata de cambiar el actual régimen desde la base”.

Los analistas de Morgan Stanley, anticipaban una versión optimista de la presidencia de López Obrador a quien daban como claro ganador, y parece que así será según todas las últimas encuestas. En abril de 2018, publicaron un extenso análisis donde consideraban que México era mucho más atractivo que Brasil, en un contexto en el que las dos mayores economías de América Latina tendrían elecciones en 2018.

El informe de Morgan Stanley: México: a precios de ganga, subraya que existe una buena oportunidad de inversión porque el peso está subvalorado y las acciones mexicanas están en mínimos de 15 años, cuando se las compara con los principales mercados emergentes. Morgan Stanley, considera que se impondrá la razón en López Obrador y por tanto en los mercados. Y se pone como ejemplo el sector petrolero: “es difícil imaginar a un líder, AMLO incluido, poniendo freno a la privatización de los campos petroleros, cuando están a punto de convertirse en una gallina que dará huevos de oro”.

Huevos de oro… ¿Qué quiere decir Morgan Stanley? La producción petrolera mexicana tuvo sus niveles máximos en 2004 y desde entonces vive un largo periodo de declive. Ahora se encuentra en niveles mínimos de cuatro décadas, pero empieza a mostrar señales de recuperación. En los próximos años esta tendencia se confirmará, apoyada por inversiones privadas que están comprometidas y suman 200.000 millones de dólares.

Miguel Galuccio, ex presidente de YPF durante la Presidencia de Cristina Fernández, y actualmente presidente de Vista Oil and Gas, la primera petrolera que cotiza en la BMV, opina que: “la industria del petróleo en América Latina vive un periodo de pragmatismo, hasta los gobiernos de izquierda en la región saben que manejar esta industria ideológicamente puede costar muy caro”.

La mayoría absoluta en las Cámaras podría elevar el dólar hasta los 22 pesos mexicanos

Pero qué dice el mercado, dice que hay margen porque las finanzas públicas mexicanas están relativamente sanas y no existen grandes desequilibrios ni internos ni externos. Aunque el peso ha sufrido desde abril una depreciación muy fuerte, comparable con la que está teniendo la lira turca, cuya economía pasa por una crisis muy severa, mientras que la mexicana, mantiene su crecimiento en el 2,3 por ciento.

Aunque el mercado asumió que AMLO sería Presidente, no incorporo en el precio de las acciones que podría gobernar con mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado. La mayoría absoluta en las Cámaras, otorga al Presidente poderes no vistos desde la década de 1990, lo que tendrá consecuencias inmediatas en la cotización del peso. El dólar puede subir al día siguiente de las elecciones hasta los 22 pesos y cerrar a final de año en un rango entre 23-25 pesos, según los analistas del banco de inversión especializado en mercados emergentes Exotix Capital.

Pero qué pasará en el caso de producirse un radicalismo de AMLO en temas como la reforma energética y el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Entonces la caída del peso podría ser amplia. A esto le acompañaría una fuga de capitales que llevará al dólar a sobrepasar el rango de los 25 pesos a lo que se sumaría los retrasos en las decisiones de inversión nacional y la llegada de inversión extranjera.

El país cuenta con impostergables problemas sociales que el Gobierno tiene que solucionar

Podría darse que AMLO ante su amplio triunfo modere su postura, aconsejado por el pragmatismo político. Entonces se mostraría más flexible de cara a una mayor colaboración y participación del sector empresarial como motor básico para el crecimiento y bienestar de los mexicanos y el peso de apreciarse mayoritariamente frente al dólar.

En cualquier caso, la realidad de México cuenta con impostergables problemas sociales que inexorablemente AMLO tendrá que afrontar. Entre otros, aparte del alto nivel de inseguridad y el avance imparable del narcotráfico que bate récords, el número de trabajadores por debajo del nivel de la canasta básica pasó del 32 por ciento de 2006 al 39 en 2017, el maltrato a personas mayores de 60 años oscilaba en 2016 entre el 10,3 y el 18,6 por ciento, y el 44 por ciento de los mexicanos mayores de 60 años es pobre tal y todo esto en un contexto donde uno de cada tres trabajadores formales no logra mantenerse con lo que gana, como recoge la encuesta: Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales, realizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Si finalmente AMLO llega al poder, se dará cuenta de que hay bastantes límites para algunas actuaciones proclamadas electoralmente, también se dará cuenta de que en otras no podrá avanzar ya que estarán fuera de su control, como las actuaciones de los mercados, y entonces se dará cuenta de que la política es el arte de lo posible. O se inaugurará una nueva época en el arte de gobernar. Si es así, AMLO y el pueblo mexicano harán historia.

 

Tribuna publicada en El Economista