¿Bitcoin y burbuja financiera?

miguel a bernal

Por Miguel Ángel Bernal, profesor y coordinador del Departamento de Investigación del IEB.

Estamos viviendo una gran revolución tecnológica. Revolución disruptiva, habrá perdedores, pero para el conjunto supondrá un gran avance, además de un aumento de la prosperidad. Spotify y el consumo tradicional de música. Housers abriendo nuevas vías de financiación hipotecaria y, por tanto, de inversión. Google que se ha comido a Correos y al envío de las cartas escritas. Amazon o Alibaba frente a las grandes cadenas de distribución comerciales. Paypal compitiendo directamente con las grandes corporaciones de tarjetas de crédito. Uber y Cabify comparados con el taxi tradicional. Netflix y la forma de ver televisión.

En los ejemplos subyace una idea: producto que conocemos y demandamos y una tecnología que permite su distribución de forma diferente. Veamos, por ejemplo, el caso de Spotify. La compañía no ha inventado la música, ni las grabaciones, ni nada por el estilo, ni tan siquiera el formato; sin embargo, ha logrado ser la nueva vía de distribución musical. Es como llevar a las personas en una carreta tirada por caballos frente a llevarlas en tren. Para mí, mi querido y añorado vinilo frente al formato digital.

Es muy importante no confundir el tocino y la velocidad, el producto o servicio con la distribución o soporte. Déjenme que vuelva a mi querida música para que veamos un ejemplo de lo que estoy comentando. La japonesa Sony fue la principal promotora del que parecía sería un gran salto: música analógica frente a digital. El vinilo o las ya olvidadas y nefastas cintas frente a lo digital, el llamado compact disc o CD. Sin embargo, Sony, a la larga, no ganó nada de aquella partida, incluso la perdió. La música sigue y seguirá ahí, pero Sony u otras compañías ya no venden prácticamente soportes de música, ahora es Spotify u otras plataformas las que distribuyen.

No olvidemos esta historia, que nos enseña que la tecnología produce un avance, pero no cambia los productos básicos que el ser humano demanda. Ya saben, la economía nace por el intercambio de productos, es el estudio de la relación entre la oferta y la demanda.

Si partimos por tanto de esta premisa: necesidad vs. formato, hay desde hace ya muchos siglos una necesidad imperiosa para ese intercambio llamado comercio, un medio de trueque universal y ampliamente aceptado. De esa idea nacen las monedas, los billetes, lo que hoy de forma genérica denominamos divisa. Se buscó desde el primer momento un bien básico y que fuese ampliamente aceptado como forma de intercambio. Ya saben, en la cultura romana un producto básico y aceptado era la sal, de ahí viene la palabra salario. Sin embargo, la sal fue perdiendo importancia y, poco a poco, fue sustituida por algo que permanece hasta el momento: los metales preciosos, especialmente el oro. Un oro que, poco a poco, se fue transformando virtualmente en monedas o billetes, les estoy hablando del patrón oro. El oro, de acuerdo con la RAE, es un metal noble, muy blando, el más dúctil y maleable de todos los metales, muy resistente a la corrosión y a la oxidación y buen conductor; pero también es sinónimo de riqueza.

Imaginen ahora comparar ese metal precioso con un bulbo de tulipán. Estarán de acuerdo que no es lo mismo, sin embargo, el tulipán y su valoración dio lugar a la tulipomanía. ¿Cambiarían ustedes una gran mansión por un bulbo de tulipán? ¿Creen normal que el precio de los tulipanes experimente una revalorización del 500% en un solo año como en 1630? ¿Harían una regla monetaria en bulbos de tulipán frente al oro?

Dejen ahora que actualice esta pregunta: ¿Harían una regla monetaria basada en el bitcoin frente al oro? Sigamos. ¿Cambiarían monedas y billetes como medio de pago por bitcoins?

Ahora vayan al principio de esta tribuna. El hombre necesita un medio universal como medio de intercambio de productos. ¿Aceptaría usted realmente al bitcoin como medio de pago, más allá de la especulación? ¿Renunciaran países y áreas económicas a acuñar moneda por el uso del bitcoin? ¿Renunciarán las autoridades económicas y monetarias a la política monetaria para luchar contra las crisis? ¿Los protocolos del lavado de dinero negro cederán ante el anonimato del bitcoin?

La divisa, la moneda, es algo más que un medio de cambio y de transacción, hoy en día es otra cosa. La necesidad de un medio de trueque es como la música, siempre tendremos necesidad de ella. Sin embargo el bitcoin para mí es un CED, un formato no una solución. En mi opinión, como en el cambio de lo analógico a lo digital, la divisa en muy poco cambiará a la virtual frente a la física. Prevalecerá la tecnología, el blockchain, pero existe la duda de que el bitcoin no sea el próximo tulipán o CD. No confunda el precio del bitcoin con el valor, es esa diferencia la que forma las burbujas financieras.

Todos aquellos que se preguntan si el bitcoin es la nueva burbuja deben tener presente que una burbuja se forma cuando el precio que se paga está por encima del valor. Eso sí, que nadie le engañe, el bitcoin no es, al menos hoy por hoy, una moneda. Tenemos y tendremos necesidad de moneda como cambio, ahora esa moneda puede ser virtual y, además, promovida por los estados y los bancos centrales. Seguro que, en breve, los bancos centrales aprovechan la tecnología blockchain como moneda. ¿Seguirá el bitcoin siendo considerado moneda o bulbo de tulipán?

En mi opinión, invierta en bitcoin y plántelos en el jardín. Perdón, quería decir bulbos. Eso sí, comience ya a saber qué es la tecnología blockchain.

 

Tribuna publicada en El Economista