Tiempo de Conceptos: ¿en qué consisten las opciones binarias?

En el mundo de la inversión existen numerosos productos financieros, aunque no todos son aptos para el inversor minorista, dado su elevado riesgo. Uno de estos productos son las llamadas opciones binarias. Alberto librero, profesor del Master en Bolsa y Mercados Financieros del IEB, explica en qué consisten estos productos en la sección ‘Tiempo de conceptos’, del programa ‘Tiempo Real’, en Gestiona Radio.

¿Qué son las opciones binarias?

Las opciones binarias son una tipología esencial dentro del mundo de las opciones. Las opciones financieras se dividen en dos grandes grupos: las vanilla que son las estándar; y luego hay una amplia gama de opciones que tienen características diferenciadoras que se llaman opciones exóticas. Las opciones binarias pertenecerían a este segundo grupo de opciones exóticas. Al final, una opción no es más que un contrato entre el comprador y el vendedor de la opción, en la que cada uno tiene una serie de derechos y obligaciones.

Dentro de las opciones, hay dos tipos de opciones. En primer lugar, las que llamamos opciones call, que dan derecho a comprar una determinada cantidad de activo a un precio predeterminado y en un tiempo predeterminado. Es decir, son las que utilizamos cuando tenemos previsiones de mercado alcista, pensamos que el precio de un activo va a subir en el futuro y compramos una acción para beneficiarnos en el futuro. En segundo lugar tenemos las opciones put, las opciones de venta, que nos dan derecho a vender un activo en un tiempo determinado y a un precio determinado y son las que utilizamos cuando pensamos que las previsiones son bajistas y el precio de un activo va a caer. Lo que hacemos es vender con la esperanza de recomprar ese activo a un precio más bajo.

La característica que diferencia a las opciones binarias llega en el momento del vencimiento. Por ejemplo, si queremos entrar al precio de una acción que ahora cotiza a 10 euros y al finalizar el tiempo de vida de la opción cotiza a 16 euros, se nos pagará la diferencia, seis euros. En el caso de las opciones binarias, la rentabilidad no es la diferencia entre el precio del ejercicio y el precio del subyacente en ese momento, sino que se conoce de antemano la cantidad de dinero que se puede ganar o perder.

¿Por qué piensa que este producto ha generado tanta polémica y que las ha prohibido la ESMA?

El titular de la noticia es un tanto bíblico, porque dice que se prohíben las opciones binarias, sin mayor apreciación. Lo que ha hecho el regulador es prohibir la comercialización de las opciones binarias a inversores minoristas. Obviamente, porque está buscando la protección del inversor. ¿Por qué busca la protección del inversor frente a este tipo de instrumentos? Porque este tipo de instrumentos tienen una característica que según cómo se utilice puede ser muy buena o puede dar muchos disgustos: son productos muy apalancados.

Es decir, para poder apostar contra una posible exposición de 1.000 acciones, no tenemos la necesidad de pagar el precio de compra de esos títulos, con un importe sensiblemente inferior tenemos esa exposición. Lógicamente, si acertamos en nuestra visión vamos a tener un beneficio apalancado, superior al que tendríamos si hubiéramos comprado las acciones. La parte negativa es que si nos equivocamos la pérdida va a ser de las mismas características.

¿Qué tipo de comisiones tienen este tipo de productos? ¿Son más caras que otros productos de inversión?

Curiosamente, y a pesar de que te puedes poner en una situación delicada, suelen ser algo más baratas que las opciones tradicionales. Hay que decir que en el caso de estas opciones -a diferencia de los CFDs- la máxima pérdida que vamos a sufrir es la prima que pagamos por ellas. El derecho que yo compro a la hora de tomar una posición se calcula a través de modelos de valoración complejos y nos da el precio de la prima de esa acción. Por lo tanto, cuando un inversor compra una acción, conoce perfectamente cuál puede ser su ganancia o pérdida: puede obtener esa rentabilidad fijada de antemano o perder la prima pagada.

En el caso de los CFDs, se asemejan más a futuros. Y la pérdida puede ser mucho mayor, porque si tomamos una posición y el mercado va en nuestra contra, podemos perder sin límite.