Tiempo de conceptos: ¿Qué es el VaR?

El VaR es un indicador útil a la hora de valorar una inversión pero ¿en qué consiste exactamente? El profesor Javier Niederleytner explica este término en detalle en la sección Tiempo de Conceptos, del programa Tiempo Real de Gestiona Radio.

¿Qué es el VAR? ¿Para qué sirve este indicador?

El VaR (Value at Risk) no es sino un modo de medir el riesgo de una inversión, ya sea de una cartera de inversión, un fondo o un activo. Y para que sea fácil de entender, podríamos definirlo como la pérdida máxima que se puede asumir, con un determinado nivel de confianza -del 95%-, en un determinado periodo de tiempo.

¿Cómo se utiliza este tipo de indicador y por qué surge?

Surge precisamente para delimitar el riesgo de los inversores. Antes se hablaba del potencial de ganancia a la hora de invertir, pero nunca del máximo que se podía perder. Este indicador surge con el objetivo de acotar esas pérdidas.

¿Cómo se calcula? ¿Hay diferentes metodologías para medir el VaR o una fórmula muy concreta?

Se utilizan tres metodologías diferentes. En primer lugar se puede calcular por el método histórico, que es asumir que las pérdidas pasadas se recuperarán en un futuro. Para ello, se utiliza unas muestras históricas que nos dicen cuál ha sido la rentabilidad mensual de una inversión en el 95% de las veces durante un periodo.

También existe el método estadístico de varianza por varianza, que asume que la rentabilidad sigue una distribución normal, lo que a su vez se define por distintos parámetros, como su media y su volatilidad. Y por último está el método de la simulación de Montecarlo, en la que no se toman en cuenta únicamente los resultados obtenidos, sino que se genera una serie de rentabilidades de forma simulada.

A la hora de calcular el VaR es necesario definir ideas como la pérdida máxima, el nivel  de confianza o la posibilidad de pérdida asociada a ese VaR.

El nivel de confianza siempre está definido como el 95%, aunque puede haber una divergencia mínima. El nivel máximo de pérdida lo definirá cada cliente, en función del riesgo que esté dispuesto a asumir. Supongamos que elegimos un fondo VaR 2, eso significa que en teoría, en el 95% de las veces no voy a perder más del 2%. Lógicamente, si tu riesgo es muy pequeño, los posibles beneficios también lo serán. El riesgo que quieres está relacionado con la rentabilidad esperada.

¿Un rato de VaR debe ir siempre asociado a un plazo temporal de referencia?

Correcto. Se puede elegir por ejemplo un VaR mensual o incluso un VaR diario del 0,1%. Eso significa que, en principio, en el 95% de las veces el riesgo de pérdida diario no superará el 0,1%. Pero normalmente en los fondos de inversión lo que se utiliza es el VaR anual. Por ejemplo, invierto en un fondo VaR 5 porque no quiero perder al año más del 5%.

¿Por qué se ha puesto en entredicho este indicador a raíz de la última crisis financiera?

El VaR se puso en entredicho a raíz de la crisis financiera precisamente porque los reguladores, los banqueros y los gestores depositaron demasiada confianza en un modelo que pretendía garantizar con una precisión y certidumbre cuantitativa. Cosa que no es garantizable, especialmente ante la volatilidad tan impresionante que se desarrollo a raíz de la crisis de 2007 y todos los episodios que se sucedieron.

Este modelo fracasó un poco porque se perdió muchísimas veces ese nivel de confianza y no funcionó, precisamente porque el modelo cuantitativo y matemático de repente surgen unos periodos de inestabilidad tremenda y volatilidades muy grandes y rompe con todo lo histórico. A raíz de eso, el VaR dejó de tener tanto reconocimiento como el que tuvo antes de la crisis.