Benditos bancos centrales independientes

miguel a bernal

Por Miguel Ángel Bernal Alonso, profesor y coordinador del Departamento de Investigación del IEB

Jackson Hole es el nombre del lugar que durante el fin de semana acaparó la atención del mundo económico. En este lugar idílico para la pesca, a donde Paul Volcker trasladó la reunión previa de economistas y autoridades, principalmente de carácter monetarista, se celebra todos los años un encuentro que cada vez genera más atención.

En estos momentos de gran despiste económico, con nuevas situaciones no vistas hasta el momento, nuevamente diversos estudiosos de economía, empresarios y, por desgracia, políticos se reunirán nuevamente, en esta localidad de Wyoming. Los focos prestarán principalmente atención a Janet Yellen y Mario Draghi como grandes artífices de la política monetaria del mundo. Por cierto, antes o después se tendrá que sumar como otra gran figura la persona que esté al frente del banco central chino en el momento de ser independiente.

Esa palabra, la independencia, es la que mejor resume en estos momentos la actividad de la política monetaria. Es cierto que en muchos casos son designados por políticos; sin embargo, y afortunadamente, en las principales áreas económicas como Estados Unidos, la zona euro o Reino Unido, la política económica no está en manos de órganos o personas políticas, son independientes.

¿Será por ello que desde el estallido de la crisis cada vez tienen y acaparan un mayor respeto? Desde mi punto de vista, así es. En esta reunión Draghi ya ha aprovechado para dar las gracias a los estudiosos, las universidades o centros de estudios por su aportación al avance económico. Estudios muy teóricos que sin embargo acaban sacando a las zonas monetarias, países, regiones y personas de grandes problemas. Como siempre, los políticos intentan meter sus manos y coaccionar o al menos influir en ellos, sin embargo todo parece indicar que cada vez lo tienen más complicado.

Si nos fijamos en la figura de Draghi, prefiero ni acordarme del infausto Trichet que llegó a subir los tipos de interés al borde de la mayor crisis vivida en este siglo, pues bien, el italiano ha tenido presiones de la potencia número uno en el área euro que no es ni más ni menos que Alemania. Como saben muy recientemente los tribunales alemanes, gracias a una demanda de políticos germanos han establecido que las compras de deuda pública van en contra de la constitución alemana, trasladando la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Voy a decirlo claro y muy alto: si la compra de deuda va en contra de la constitución alemana, ¡que la cambien ya! ¿Es necesario recordar que la legislación de cada país está por debajo de las leyes que emanan de Europa? No, por lo tanto que cambien sus leyes como otros lo hemos tenido que hacer.

El Banco Central Europeo no es el banco central de Alemania, es el de todos aquellos que compartimos la divisa única, incluidos portugueses, españoles, italianos, franceses, etc. Todas las medidas llevadas a cabo (la UE ya se pronunció hace dos años al respecto de las líneas de liquidez) son legales de acuerdo a las leyes europeas; insisto: europeas no alemanas. Claro que para los políticos, los bancos centrales, sus medidas, sus gobernadores no son de su agrado, pues una y otra vez les recuerdan lo mal, lo fatal que lo están haciendo. Debemos recordar ya que estamos hablando de Draghi que una y otra vez insiste en la necesidad de llevar a cabo reformas en diferentes países de la UE.

España es un buen ejemplo de lo que comento. Algunos dicen que Rajoy lo ha hecho bien en materia económica y que esas medidas nos han ayudado a salir de la crisis. ¿Qué medidas? ¿No será que España ha salido de la crisis por temas ajenos al Gobierno como: caída del precio del petróleo, esfuerzo y éxito exportador de nuestros empresarios, fuerte caída de tipos de interés y por supuesto la compra de deuda pública por parte del BCE, que es quien ha doblegado la prima de riesgo? ¿Dónde está la mano de Rajoy, Guindos o por supuesto Montoro en estas medidas?

Pero abandonemos a los políticos y sus visiones de placebo y vayamos a los principales temas. En mi opinión, hay tres básicos: retirada de las políticas monetarias no ortodoxas de los bancos centrales, paridades actuales de las divisas y por supuesto, quizá lo que explique todo, las nuevas situaciones a las que se enfrenta la economía.

Vivimos un cambio de pilares económicos o ideas que hasta el momento han funcionado y han venido marcando definitivamente las políticas monetarias. Aún con los modelos clásicos, seguimos preguntándonos cómo es posible que con los datos de desempleo americano no haya presiones de salarios en el país. Sin embargo la Fed ya ha empezado y cada vez más va a tener un mayor protagonismo a abandonar la idea de los datos de desempleo, la conocida técnicamente como U3. En mi más modesta opinión la ratio que hay que manejar es la U6, es decir la de empleo y subempleo, algo que ya he comentado aquí.

En España tenemos un buen ejemplo de la razón de unos salarios no presionados, eso que llamamos precariedad, quizá ahí encontremos las razones de las nuevas variables. Podríamos hablar también del envejecimiento de la población en Europa y el aumento del ahorro para no ver presiones en otros temas como el cambio energético que se está produciendo. En fin, todo un montón de novedades que hasta el momento no estaban presentes en los cuadernos de las universidades y que ahora están de plena actualidad. En todo caso: ¡benditos bancos centrales independientes!

Tribuna publicada en El Economista

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